El Mindfulness está convirtiéndose en un recurso cada vez más valorado, esta herramienta que ha sido desarrollada a partir de los principios de la meditación vipassana, práctica asociada a la tradición budista. Sin embargo, a diferencia de los rituales de meditación originados hace miles de años, el Mindfulness existe por su capacidad para producir cambios objetivos en el bienestar de las personas, y no tiene que ver con finalidades de tipo religioso. Así que para practicar mindfulness no necesitas estrictamente sentarte en un mat y poner una vela, el objetivo principal es tener atención plena en el momento presente.
ANTECEDENTES DEL MINDFULNESS
Se podría decir mucho acerca de la tradición de la meditación vipassana en Asia, pero lo principal es comprender que se trata de un fenómeno iniciado con el budismo hace aproximadamente unos 3.500 años. La raíz filosófica de lo que un día llegaría a ser el Mindfulness se conocía en el mundo del budismo como sati, uno de los principales factores en la senda de la iluminación y de la liberación según las ideas de Buda Gautama. De hecho, sati puede ser traducido como conciencia plena; o, en inglés, “mindfulness”.

¿Qué es mindful eating?
¿COMO LLEGO ESTA PRACTICA AL OCCIDENTE?
En un principio, esta toma de contacto entre diferentes tipos de sociedades vino por medio de la colonización británica de la India, a finales del siglo XIX. Esta invasión también tuvo implicaciones científicas e intelectuales. Los británicos que se asentaron en estas tierras se sorprendieron con muchas de las cosas de las que vieron allí, entre ellas la calma y la filosofía de vida de quienes habían dedicado tiempo y esfuerzos a practicar ciertos tipos de meditación. Esto motivó una serie de investigaciones que se fueron desarrollando a lo largo del siglo XX.
Este tipo de estudios recibieron nuevas oleadas de interés por parte de los académicos e investigadores europeos a partir del descubrimiento, en paralelo, de muchos otros fenómenos ajenos a la cultura europea que fascinaron a autores y científicos de todo tipo, desde pensadores como Carl Jung hasta antropólogos que se propusieron conocer más acerca de esa región del mundo, hasta no hace tanto relativamente aislada del resto. A medida que la globalización iba intensificando sus efectos, también lo hacían los intercambios culturales.

Uno de los puntos de inflexión en el desarrollo de la historia del Mindfulness puede ser encontrado en las investigaciones llevadas a cabo por Jon Kabat-Zinn. Este médico estadounidense es famoso por haber propuesto, desde la década de los años 70, un uso de la atención plena en el ámbito clínico, como una herramienta que permita llegar a objetivos terapéuticos. Desde ese proyecto inició lo que se conoce como Reducción del Estrés Basada en Atención Plena, o Mindfulness-Based Stress Reduction, con el objetivo de tomar los elementos terapéuticamente útiles de la meditación, investigarlos y potenciarlos en el ámbito de la ciencia aplicada, una vez separados de su papel en el budismo.
Así, con esa consciencia plena de lo que estamos haciendo, sin prejuicios, surge el mindful eating, que nos enseña a disfrutar la comida con atención plena. Detectar cuando tenemos hambre física y cuando es hambre emocional, sin juzgar ninguna de las dos. Significa elevar nuestra consciencia observando nuestros patrones de ingesta de manera curiosa, con base a la aceptación y sin juicio. Siendo conscientes de por qué comes lo que comes, sin duda un camino de autoconocimiento.
Arturo Torres, (2020). La historia del Mindfulness: así se desarrolló a partir de la meditación. España: Psicología y mente. Recuperado de:https://psicologiaymente.com/meditacion/historia-del-mindfulness



Manejo de pensamientos, emociones y sentimientos. Enfoque en el momento presente.
Mente
Cuerpo
Cuidar y respetar tu cuerpo, nutrirlo. Alimentación equilibrada sin desconexión corporal.
Alma
Cultivar tu individualidad y tu esencia.
practicar mindful eating.
Beneficios de
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Detectarás cuando estás satisfecho.
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Conectarás con las necesidades de tu cuerpo.
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No juzgaras el hambre física ni la emocional
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Entenderás que información traen para ti los antojos.
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Comprenderás que tu proceso es como debe ser (ni mejor ni peor).
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Desarrollarás el autoconocimiento.
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Desarrollarás el tiempo necesario entre estímulo y respuesta.
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Para los días que no exista un tiempo entre estímulo y respuesta, no lo juzgarás.
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Disminuirás el estrés.
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Desarrollarás la autocompasión.


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